a solas.

Dando golpecitos secos en la puerta, esperando que algún rostro curioso se asome. Pensaba en ese momento en otros momentos, supuse que no puede hacerse nada para detener el tiempo, tampoco para deshacer su efecto, casi de inmediato empecé a llorar, no tuve valor para pensar en algo más que aquel desafortunado evento, mientras él mismo apresuraba mi cuerpo para seguir dando golpecitos, toc toc toc...... el frío subía rápidamente, muy enfadado.