8/2/12

Iremos Juntos

Estamos entre muertos,
navegando entre sus huesos
estamos cantando el dolor de estar vivos,
buscando la forma de no existir
voy delante de ti,
voy pintando el camino
para las almas que nos quieran llevar,
iremos juntos,
anunciando la partida
huella sobre huella,
llenos de vida aún.

6/2/12

Luna cruel

La primavera es apenas un instante.
En tus labios rotos el invierno se posa insensible,
tendiendo sus trapos de desdicha a los que el sol nunca llega.

Te libraste del oscuro día,
pero caiste en la noche sin luna
llena de lluvia y barro,
esperando que pase nuevamente esa primavera,
para que esta vez se puedas ver el horizonte lejano de esta selva,
esperas que el azul del amanecer deshaga las heridas de la noche
y las cicatrices de la vida.

Que a la luz de esta luna cruel
se curen tus labios,
y deslizándoze en el polvo
 vengan hacia mí.

2/2/12

Yuca Yuca

Yuca es su apellido, el otro también. No sé si tiene padre o si tiene madre, tal vez ya no importa porque igual no están. Tiene cinco meses de embarazo, casi ni se nota. Ella es baja y delgada. No sé si comerá cada día. Su marido no la quiere, pero ella sí. ¡Qué tonta!, no paro de repetírmelo en la cabeza. No se lo puedo decir, quién soy para decirle que mis decisiones son mejores que las suyas. Ayer él le ha pegado. Le ha golpeado delante de su hijo Julio César. El niño tiene los ojos de ella, pero aún no tienen su tristeza. Recordando bien, ayer por la noche en la comisaría, el niño parecía el más triste, pero yo ensimismada en mis pensamientos y en cubrir los cigarros que llevaba en la mano, me concentraba para escuchar la voz del bebe dentro de su vientre. No pude escuchar. El policía hablaba muy fuerte y era amable, entonces debí prestarle atención.

Giovanna Yuca Yuca llegó antes de este día a mi oficina para hablar conmigo. Te va a abandonar le dije varias veces. No sabía cómo explicarle que él no la quería, que no la quiere y nunca podrá quererla. No sabía como romper su ilusión de mujer. Ella es tan sumisa que en este momento, con el cuerpo y la barriga adolorida quiere llevarle comida al marido que está detenido en la comisaría por haberla golpeado. Me indigna! Pero veo su rostro y lo entiendo todo. Antes que decirle lo tonta que es, le digo: Anda báñate un rato! Cámbiate y échate colonia, después vienes y hablamos. Tan obediente es Giovanna que inmediatamente se levanta y va a su casa.

Julio César no es hijo del cobarde pegador de ayer. Tiene otro padre, otro cobarde que los abandonó. Quién sabe dónde estará. Y a quién le importa además.
Este señor, el pegador, intentó varias veces que Giovanna aborte, le dijo que la dejaría si no lo hacía. Después se cansó de pedírselo y empezó a pedirle que deje a Julio César, que lo lleve a Cuzco y lo deje con su abuela. Julio César no se imagina todo esto. Cómo quisiera que fuese adulto, fuerte, que pueda golpearlo a ese en la espalda y lo patee con venganza. Pero si el niño fuera adulto: ¿Sería igual que el golpeador?. Qué pena! Mejor retiro lo dicho.

(Relato de un caso recibido en una Defensoría de Madre de Dios)

23/11/11

Premonición

Los latidos de mi corazón palpitan al ritmo del viento de verano,
aunque las lluvias han cesado, el frío aún permanece
En el descampado del bosque, las hojas se baten en duelos
y el viento lleva mis latidos al confín de esta selva.

Va triste, débil y sedienta.

Vuela sobre ríos que llevan las piedras más pequeñas,
las más cansadas
Despierto cuando el cielo va abriéndose al mundo,
entre celestes y nubes blancas resentidas
Pero mis latidos aún no han vuelto y no puedo respirar.
Cierro los ojos para llamarlos a través de la brisa que viene profunda
y del vaivén de los árboles que frescos se apresuran para darte su aliento.

El palpitar de mi corazón no ha vuelto
y navega entre los peces moribundos
y las flores que marchitas se escurren por ahí.

16/1/11

ESTÁS AÚN AHÍ

A veces no reconozco mis sentimientos,
no sé dónde encontrarme,
no sé cómo encontrarte en mi corazón,
no sé si estás en mí o si te fuiste,
quizá tu alma se fue y dejó solo huellas
para el consuelo de mi cuerpo,
quizá mi alma se fue contigo.

Por momentos cada noche siento tus latidos,
como si en algún lugar un poco de ti
permaneciera encerrado en mi ser,
sin mi voluntad.

Quisiera saber si te fuiste,
si me llevaste en tus manos,
en tus ojos, en tu voz.
Pero quisiera escuchar tu respiro al lado mío.

Puede ser que aún estés aquí
o que hayas cruzado el mar lejos de mí,
sin embargo muevo mis dedos y puedo sentir tu calor.
Estás ahí.

11/1/11

Chica Mazukina enamorada

Hoy lo vi,
pero no pude verlo a los ojos
le hablaba escapando a su mirada,
no me atreví
él me miraba muy tranquilo
yo sudaba,
pensaba que descubriría mi amor si caía en sus ojos
bajaba la cabeza y sonreía para darme fuerzas
sonreía porque estaba feliz,
feliz de estar frente a él.
Le dije que me iba, para fingir que era libre,
pero cuando uno está enamorada, el corazón te aprisiona,
mi rostro no miente,
no lo dije, no dije nada, pero él se dio cuenta
por eso lo ví,
pero no pude verlo a los ojos.

(Relato de una adolescente mazukina enamorada)

2/12/10

IMATA MUNANKI JUAN

Estaba parado en la puerta con el hombre de terno. Miraba apenas con sus ojos rojos, llenos de rabia y miedo. El hombre vino a dejarlo, pero él no entendía, se sentía como un mensaje que no tiene destino. Se llama Juan. Le pedí que pasara: ¡siéntate ahí hijo, ahorita converso contigo! Intenté ser amable, pero después me daría cuenta de mi trato tan restringido. Cómo puede entender la amabilidad de otro ser, quien no ha conocido el amor fraterno. Cómo podría entender mi trato, quien no habla mi idioma. Lo entendí más tarde. Su mirada no dejaba de emanar llanto y un oscuro miedo. No se borraría en todo el día. Su cuerpo no dejaba de emanar un olor vomitivo.
Venía de un pueblo cuzqueño llamado Umuto, que muchos cuzqueños dijeron no conocer. Después me enteré que se escapó de su casa donde vivía con su madre y fue a parar cerca de Mazuko, porque al llegar pensó que era Puerto Maldonado donde vivía su hermano mayor. Dice que salió de su hogar porque no tenían qué comer.
Cuando entró a la casa, su risa se mezclaba con la de los otros niños, como si lo hiciera para sentir la alegría, pues la suya era imperceptible, como si él mismo no escuchara su propia voz, como si su alma estuviera escondida transformada en sombra. Le froté la cabeza diciéndole, hablamos después de almorzar, sabiendo que no me entendía, sólo obedeció.
Los demás niños le hablaban en quechua ¡imata munanki! Bajando la cabeza responde en tono más bajo aún. Los niños ríen y se burlan de su olor y su ropa tan sucia. Tenía el cabello muy duro, largo y levantado por el polvo, llevaba una cinta de jebe atada en la cabeza, parece haber estado enterrado vivo. Le preguntaron si quería cambiarse, responde: Manan! Le preguntaron si deseaba comer, responde: Ari! Le serví el almuerzo y me senté frente a ellos para verlos comer y observar a Juan. Después de unos pocos minutos, su plato estaba vacío, el hueso debajo de la mesa, cogió cada grano caído del plato para llevarlo a la boca. Hace cuánto no come, me pregunté. Quiero darle sopa. Les digo a los niños: Pregúntenle si quiere sopita. ¿Quieres sopita?- le dice Omar, el más pequeño. Todos reímos. Américo sonriente dice ¡no te entiende castellano! Y él empieza una interesada interrogación en quechua, sorprendido por la forma de comer del niño frente a él: ¿Hoy desayunaste?- Manan. ¿Ayer cenaste? – Manan. ¿Almorzaste? – Manan. ¿Desayunaste?- Manan. ¿Anteayer cenaste? – Manan. Así poco a poco, manan tras manan, a todos nos cogía un poco de pena y miseria en el rostro y el alma. Pero decidimos olvidarlo y más bien darle más alimento. Seguimos comiendo, riendo y oliendo el pestilente hedor de Juan, que a pesar del calor sofocante permaneció con cafarena de lana y casaca de cuero.
Es casi las seis de la tarde y continúo buscando un poco de ropa limpia para bañarlo y cambiarle. Le pregunté si quería cortarse el pelo: Manan, manan, manan. Más tarde lo bañé con diez bandejas de agua, durante una hora y media. Lavamos con escobilla sus uñas y le enseñamos cómo se usa el jabón y el shampoo. Parecía atrapado en el tiempo y la mugre de la vida.
Después de cambiarlo y traerle un espejo para que observe su nueva ropa, sonrió eternamente, yo sonreí hasta el infinito y mi corazón se hizo un poco más amplio, pude sentirlo. Entonces le pregunté: ¿Te corto el pelo? Manan. Sonreí, pensé que necesitaba un poco más de tiempo.

29/4/10

Relato de una mujer que fue golpeada y llora su dolor

Apareció por la calle como una luz que va extinguiéndose
entre el polvo y los rayos de sol que van muriendo también,
apretaba los labios para esconder la tristeza
cerrando los ojos como un velo de penas profundas.

Continuó con sus pasos, más cortos que antes,
con el cuerpo menos liviano y más adolorido.
Sus brazos en vaivén persiguiendo el ritmo del viento,
no era más que el aliento de la muerte al acecho.
Iba y venía, desapareciendo poco a poco de este mundo
intentando escapar de sus propios pensamientos.

La luz en sus ojos se hacía más opaca
y la fuerza en sus pies se derramaban por el suelo.
Aún seguía,
para ver si en el camino retornaba su vida,
aunque ese era el camino hacia el fin.

23/5/09

Tú mi selva

Oscura selva,
de barro e insectos
amarilla selva,
de sol radiante y hojas otoñando,
verde selva,
de plantas olorosas y piedras ardientes
roja selva,
de cochas y flores
selva azul con mariposas
selva gris y lluvias torrenciales
viento de descanso,
de una tregua sin sol
selva blanca,
de nubes pomposas
y reflejos en el agua.
Selva color carne, cobriza, negra, pálida,
posheca de tanto calor,
adormecida por las aguas con sabor a tierra
y la tierra tan tierna como tú.

11/2/09

Revueltas

Llega un momento en la tarde en que el calor del día se reúne sobre la casa, sobre el techo de mi habitación y entre las paredes. Pensar se hace más difícil en esa situación, en ese pedazo de tiempo que parece suspendido por tanta temperatura.
Un minúsculo impulso de escape me llena de sueño y me vuelco automáticamente a mi cama. Sin saber que estoy acostada y rezagando el bochorno, empiezo a dormitar, habiendo traído a mi mente pensamientos dudosos, temas que tengo que pensar en un momento de claridad y se arrastran como delirios. Yo sonrío porque estoy muy conciente, pero ya casi dormida.

Esta ciudad es diferente a mi ciudad, sin embargo la siento mía y muy familiar. Tiene un cielo mucho más bello, más calor, más distracciones y la gente es más laberintosa.

Cuando despierto, el calor ha calado profundo e inmediatamente salto de la cama, bajo las escaleras y preparo la ducha. Ay carajo! calor de mierda!
El viento corre suave y cálido, más fresco que mi cuerpo.
Todo se va con el primer jarrón de agua que dejo correr sobre mí. Qué gran sensación. En un chorro de agua fría se van los pesares que han subido espantados con el calor. Todo se hace más claro, más verde, más liviano. Y vuelven los pensamientos de la siesta, que cobran fuerza y realidad, incitándome, reclamando que debo pensar en ellos y solucionar tanta tontería. El agua está fría, pero no lo suficiente como para quitarme la confusión.

El calor ha menguado, la luna empieza a subir y la oscuridad comienza a caer: una noche más y mil zancudos que vendrán. Es mejor dejar de lado los amores en este momento, porque a veces es mejor no pensar en aquello que necesita tiempo y no revueltas de cabeza. Mañana quizá haya menos calor, para sentirse y pensar mejor.

2/2/09

EN EL SILENCIO SE DIBUJA TU ROSTRO

En el cuerpo de la noche se dibuja tu figura
que se eleva sobre las formas escandalosas de la oscuridad
Aprisionado entre cada línea.

Y tu rostro aparece intocable,
porque la esencia infinita de tu luz
no se opaca ante el color del mundo.

Y este mundo desencantado
Necesita de tus rayos para renacer
para olvidar las penumbras que vienen inevitables.

Tu rostro aparece dibujado
Y se dibuja como el sol sobre mi cielo
Para darme un soplo de calor.

23/1/09

TE EXTRAÑO

En el vacio cautivo entre cada respiro
está el silencio que trae tu ausencia
el reparo de la vida misma,
de no querer seguir sin ti.
En tu partida el aire se ha desvanecido
y se ha llevado con él mi voz,
la distancia parece no dar tregua
necesito el aire que nace de ti.
Pienso en tu rostro y apareces lejano,
yo solo pienso que vienes hacia mí.
Pero despierto y no estás,
el aire está pesado
la noche se ha ido, pero no la oscuridad.


(Porque estás en naranjal, mientras duermo sola y con miedo)

12/12/08

Las bestias

Allá en mi lecho caliente
escuché que decías: vete, vete, serpiente!
no pensé jamás en tu suerte
saldrías limpio, acicalado y fuerte.
No soñabas, ni creías en la muerte.

El tiempo es generoso,
la desdicha aveces es gozo
Qué fausto te decías
cuando en su pecho reías
astuto, nido de hipocresías.

Escupía yo tus palabras en mi boca
me quitaba el sudor debajo de la ropa
y una daga que mi vientre traía
orgullosamente te destruía, arpía!
Era mi alma la que se hundía.

Y nuestra historia se fue como la sangre
que en el suelo se desvanecía, pobre!
más las almas son inmortales
ahora no me importan tus modales,
ni tus encantos, ni mis llantos, ni los puñales.
Nuevamente la dichosa navidad. Y cómo cada día, voy pensando sobre lo rápido que se desliza el tiempo y las necesidades que acarrea, los fastidios y la ansiedad por querer terminar algo, terminarlo todo y volver a empezar, terminar una vez más, encontrar algo novedoso y seguir. Estas ansias que no dan tregua y generalmente interrumpen. Siempre rodeada de visiones y sonidos que no siempre deseo, más no puedo controlarlos. No estoy demente, estoy en desacuerdo simplemente. La otra noche revisaba mis escritos en todos los cuadernos que maravillosamente perduran y que cambian de acuerdo a las estaciones en mí. Pensaba que era momento de recopilar organizadamente los que más placer o significado concentran para pensar en publicar algo así como lo que llaman un libro. Y sería un trabajo a largo plazo que estaría cumpliendo. Sin embargo, creo que carece de variedad, apesar de todas las situaciones muy diferentes y totalmente inesperadas en las que fueron escritas.
Ayer estaba convencida de que es el momento ideal, sin intención de considerarme escritora. Es pura distracción la que me lleva a transcribir las ideas, supongo que los escritores dan muestra de su sensibilidad y constancia en la dimensión de los intelectuales, aunque no soy así. Entonces será que por lo menos el interés lo tengo, y como leí hace un rato en un blog amigo: "sólo se escribe para informar a los posibles lectores que algo está por venir".


Me voy

Retrocedo porque te acercas
me muevo por que tu aliento viene saliendo
esquivo tus manos puntiagudas
se deslizan tus miradas.

Pienso en ti y en ti me acuesto
recuerdo tus veces y tu piel
cruda, castaña, débil y apenada
pienso en tí con ansias.

Miro, miro, admiro tu voz
vuelvo a las sábanas verdes
vuelo con tus alas
en lo lejano aún existes.

Me acerco porque te vas
espío tu espalda
estás desnudo y todo radiante
estás vivo, estás feliz.

Giro, revuelvo mis pensamientos en ti
he desenpolvado mis resentimientos
sólo tú retornas, solo tú
me filtro como el agua para no lloverte más.

16/11/08

pausa

He dejado de escribir, y descaradamente no me siento mal como sucedía antes en mis pausas, en mi encarcelamiento mundano. He dejado de escribir y no tengo reparo en pensarlo todo creyendo que lo escribo en mi mente. He fantasiado con cada palabra y su sonido. Pensaba olvidarme de esto por un tiempo, sin embargo, paso a avisarme que pronto lo retómaré.

23/6/08

ausencias

Hoy no he ido a trabajar.....decidí que no levantaría mi cuerpo de la cama, pues estaba muy caliente, aunque incómodo. Y he mantenido durante el día la naúsea que viene desde la corona, del fondo de mi cerebro, de alrededor, y se junta en mis ojos, en mi boca. No quiero llorar y no gritaré. Pensaré que mañana la rutina continuará, las naúseas esconderán su ardid y yo aceptaré volcarme nuevamente al mundo.

19/3/08

cuanto pase

Pesado tiempo,
através de un largo túnel reseco
salpica las torturas de sus antiguos habitantes
que salieron escuálidos al mundo
enfermos, exánimes cuerpos

pieles crudas
en un hervidero de serpientes
voraces, infortunio sangriento
deposita las larvas en mi regazo
deja que el cauce continúe

deja derramar pedazos de tierra firme
profanadores, escuetos verdugos
asesinos que ruegan ser sentenciados,
castigados, condenados cobardes!

ejecuta la fragancia del porvenir en la piel
devuelve, vengan tus arrugas y las sales de tu ser.

2/2/08


Llegado el día en que todas las personas descubran la escencia de la felicidad, imagino será momento en el cual todo humano acceda a voluntad y sin remordimiento, ni esperanzas de castigos o flagelos, a todos los impulsos del cuerpo al que le pertenece. Cuando las acciones no sean más que consecuencias de los deseos que se vuelcan al mundo.

La noción de libertad entre los hombres, sesgada y calificada de obsoleta, no será más que el recuerdo de la existencia de algún dios. Pues, no hay libertad cuando todo es efecto de unas células que interaccionan para crear el movimiento en el mundo. Todo es ganas, deseos, los más nobles y tiernos, salidos de la misma mente comparada a la de un criminal capaz de cometer las peores atrocidades. Ese será el día del legado del reino.

Y me recuerda al siguiente cuento:

[El Sacerdote: Llegado el instante fatal en que el velo de la ilusión sólo se desgarra para dejar al hombre reducido al cuadro cruel de sus errores y sus vicios, ¿no te arrepientes, hijo mío, de los múltiples desórdenes a los que te condujo la humana debilidad y fragilidad? ]
...

[Moribundo: Cegado por tus sistemas absurdos, con ellos combatí toda la violencia de los deseos que había recibido de una inspiración más que divina, de eso me arrepiento...]
...

[Nota: El moribundo llamó, las mujeres entraron y el predicante se convirtió en sus brazos en un hombre corrompido por la naturaleza, por no haber sabido explicar lo que era la naturaleza corrompida.]

Diálogo entre un sacerdote y un moribundo.

Marques de Sade

1/2/08

Imperioso, colérico, irascible, extremo en todo, con una imaginación disoluta como nunca se ha visto, ateo al punto del fanatismo, ahí me tenéis en una cáscara de nuez... Mátenme de nuevo o tómenme como soy, porque no cambiaré.

Marqués de Sade

26/1/08

Claroscuro

Debajo de las escaleras
se filtra el susurro de tus heridas
persiguiendo un final.

qué triste es el aliento de un enamorado
qué colores adornan tus pieles
sentado muy quieto mirando

Perdona la indiscreción.

Todo se debe a un falso correr del tiempo
y el inalcanzable resplandor eterno
el rayo sobre tus labios
enterneciendo el aire cercano.

Qué triste es el inicio
el final, el camino.

Perdona las necedades de la gente
siente que no hay más universos
descansa tus ojos del espanto,
roe las esperanzas de otros.

Pero qué oscura es tu alma
qué claro se ve todo ahora.

25/1/08

Esto alguna vez fue un reino

Soplaba lentamente el humo que salía de su propia boca. No hacía frío. En ese momento el pensamiento que venía acechándola desde la noche anterior había dado tregua, al menos el tiempo en que se desvanecía el humo frente a su cara.

- "Llegué princesa, vine corriendo para verte rápido, te amo, te amo, te amo..."

Su piel despertó del sueño de sus deudas con el pasado por una lágrima que cayó sobre su pierna derecha. Volvió a caer en cuenta de que su mente no le permitía sosiego, que la culpa que se achacaba al recordar, era más que culpa, era un hijo concebido que no se pudo abortar, y crecerá como un fantasma en su alma para siempre.

La calle estaba llena, muchas luces buscaban sus ojos. El sonido de los autos y buses al pasar y al pararse, la gente caminando; el horrible sonido de las personas alrededor de una mesa de restaurante, todo era real. Todo podía ser aceptado y odiado, sería sentido; menos el dolor que venía como un verdugo dando látigos si te mueves, si piensas, si te das cuenta que estas viva.

- "...Tengo hambre, dame de comer."

Volvió a despertar por la voz aguda de una niña cruzando la calle colgada de la mano de su padre. Volvío a darse cuenta del cuerpo que no nos abandona en el momento preciso, y al que esta noche ella no puede abandonar. No se atreve, tiene miedo de perder las esperanzas que acaban de romperse y la están atragantando. En medio de aquella muerte lenta, busca imágenes para escapar, pues le enseñaron alguna vez una técnica similar. Pero esta vez todo tiene que ver con él. Todos los canales de su mente se confabularon contra ella, haciendo del pensamiento doloroso el fondo inmediato y el sentimiento emergente. Sin duda, esta noche no conseguirá dormir antes de morir en vida.

No fue hace tanto tiempo que la felicidad visitó el mundo. Ella llegó a la conclusión de que esta creaba caminos paralelos en la vida de las personas. Si uno es feliz, no se cruza con algún fenomeno que altere su esencia, solo hasta el momento en que uno la pierde de vista. Ella ya había dado vuelta a esa esquina.

El chisme

Las veces se repiten,
en ecos instántaneos o en rumores perpetuos.
Son redes tejiéndose imparables.
Como cicatrices que se tornan en carne viva a cada parpadeo.

El doliente recuerdo que limita la realidad
de cara a la imaginación,
No es una realidad a medias
Es la realidad de algunos individuos.

Nunca fue importante curar las heridas de otros
es mejor presionar fuerte y doliente
en un castigo pepetuo por un momento
de placer o decisión personal.

Es mejor apresurarse y continuar
algún incauto puede adelantar
y decir la verdad ya no es verdad
es mejor darle una interpretación.

Vamos, sigamos, este es el camino,
la vida de todos nos imcumbe.
Y si alguien no está, no importa
podemos usurpar su vida con otras palabras.

(continuará)

segunda muerte

No hay un camino,
no hay forma, ni lineas punteadas
que se te acerquen.
No hay aliento capaz de invadirte,
ni lástima que hinque tu corazón.

No hay eterno retorno en tu cuerpo;
no existo más yo.
Coincidencias dibujan tus recuerdos
amalgama vacía de dos historias
un pedazo de tiempo suspendido
que se enfada, es terco , es efímero
No existe un mal final, no es triste
es vacío y a la interperie
es precario, es absurdo.

Si alguna vez volví a ver esos redondos
oscuros y grandes
no alcanza el tiempo para definirlos
ni determinar el dolor y el odio;
la desesperanza es el primer fondo
inevitable e imprescindible.

Solo cenizas lanzadas en un soplo
y unas manos atadas a voluntad
padeciendo sus propias torturas
dejándose respirar
dejándose matar.

No hay más pensamientos fugaces
que invadan una vez más
esta mente que se apaga.