24/1/08

profundidad

Existen momentos en los que el dolor se mete en cada rincón del cuerpo y el alma, tanto que parece petrificarnos, aventarnos a un profundo abismo y someterte a cachetadas de pena y recuerdos, pensamientos que no dejan de castigarte. Hoy ha sido uno de esos momentos, mientras escribo desde esa profundidad, peleo para que no me golpeen tan fuerte, tan indolente.
Espero cogerme de alguien para no seguir cayendo, para no destrozarme y desaparecer entre el egoísmo de otro.

No hay comentarios: